Algo
ha pasado y sin hacer nada, ha ocurrido. Es el destino. De repente
apareciste, me miraste con esos ojos azules, esos ojos que me
hipnotizaron, y sin querer quererte, te quise. Todo ha cambiado. Es
diferente. No sé en qué pensar, porque solo pienso en ti. Nunca me
esperaba esto, y tampoco lo pedí, pero no me importa. Me arriesgaré, te
conseguiré y no te soltaré, porque tú me aportas esa felicidad, esa
seguridad y esa sinceridad que me faltaba. Esto posiblemente sea lo
mejor que me podía pasar, ya que ahora soy feliz incluso mirando mi
fondo de pantalla.
Te quiero princesa de las princesas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario